Skip to content

Ecatepec de Morelos

SEMBLANZA HISTORICA DEL MUNICIPIO DE ECATEPEC

Imagina a los mexicas, ¡toda una tribu en constante movimiento! 

Según cuenta la antigua Tira de la Peregrinación, por el año 1256, decidieron echar raíces en Acalhuacan. Cuatro años después, cansados de tanto sedentarismo, empacaron sus bártulos y cruzaron el Lago de Texcoco.

 ¡Nuestra querida Ecatepec fue su siguiente hogar! Aquí vivieron cuatro años más, hasta que nuevamente el llamado de la aventura los impulsó a seguir su camino.

Después de un breve paso por Tulpetlac, se establecieron en Coatitla. ¡Veinte años! Nada mal para un pueblo nómada, ¿no crees? 

Finalmente, llegaron a Huixachtitlan, donde pusieron punto final a esta etapa de su viaje.

Un trono real a las afueras de Tenochtitlán

Después de vencer a sus antiguos rivales, los tepanecas, en 1428, los mexicas, liderados por Izcoatl, decidieron expandir su imperio y establecieron el Señorío de Ecatepec. Imagina a Ecatepec como la capital de un pequeño reino mexica, rodeada de pueblos como Coacalco, Acalhuacan y Xalostoc. Para asegurarse de que estos territorios permanecieran leales, los gobernantes de Tenochtitlán nombraban a familiares cercanos para dirigirlos.

Durante más de un siglo, una serie de personajes importantes ocuparon el trono de Ecatepec. Desde nietos de poderosos emperadores hasta yernos de futuros gobernantes de Tenochtitlán, todos ellos estaban estrechamente relacionados con la dinastía mexica. Es como si Ecatepec fuera una especie de rama familiar de la gran familia real azteca.

Al final, cuando los españoles llegaron en 1519, fue Diego Huanitzin, un hombre con sangre real y un fuerte lazo con Tenochtitlán, quien gobernaba Ecatepec. Su historia es fascinante: no solo fue testigo de la caída del imperio mexica, sino que después jugó un papel importante en la reconstrucción de la ciudad.

Ecatepec: Un crisol de culturas en el corazón de México

Imagina la región de Ecatepec como un mosaico de culturas. Por un lado, tenías a los acolhuas de Chiconauhtlan, con sus propias tradiciones y costumbres. Por otro, los mexicas de Ecatepec, que eran como primos lejanos de los poderosos gobernantes de Tenochtitlán. En este colorido panorama, convivían también otros pueblos, como los otomíes, cada uno con su propia lengua y forma de vida.

Ecatepec era un lugar codiciado. Su ubicación estratégica lo convertía en una especie de cruce de caminos, un punto clave para el comercio. Esto lo hacía muy atractivo para diferentes grupos que querían controlar sus rutas y recursos. Por eso, no era raro que hubiera enfrentamientos y luchas por el poder en esta región.

Después de conquistar México, Hernán Cortés decidió quedarse con una buena parte del territorio como premio. ¡Imagínate tener un imperio propio! Y para darle un toque más romántico, en 1527 se lo regaló a su nuera, Leonor Moctezuma, como regalo de bodas. ¡Nada mal, ¿verdad?

Los españoles, siempre organizados, decidieron dividir el territorio en diferentes regiones para poder gobernarlo mejor. Una de estas regiones se llamó Corregimiento de Chiconauhtlan. 

Al principio, todos estaban felices, pero luego surgieron algunas dudas sobre la fecha exacta en que se creó. ¡Un verdadero misterio histórico! Lo que sí sabemos es que años más tarde, Ecatepec quedó bajo el control de Chiconauhtlan.

Pero la historia no termina ahí. En 1617, los españoles decidieron que Ecatepec necesitaba su propio corregidor y así nació el Corregimiento de San Cristóbal. 

¡Chiconauhtlan perdió su poder después de más de un siglo! A partir de ese momento, Ecatepec se convirtió en el centro de una gran región, con muchos pueblos bajo su mando.

Con el paso del tiempo, los españoles siguieron reorganizando el territorio. En 1667, se creó la Alcaldía Mayor de Ecatepec, que era como un súper alcalde que gobernaba sobre varios pueblos. 

Y cuando Carlos III llegó al poder en España, decidió dividir el Virreinato de la Nueva España en varias intendencias, como si fueran estados.

En 1786, se creó una nueva ley para regular los fondos de todos los pueblos que pertenecían a Ecatepec. ¡Imagínate tener que llevar un control estricto de todo el dinero! 

Y para que no hubiera confusiones, se hizo una lista oficial de todos los pueblos que estaban bajo el mando de Ecatepec.

A pesar de todos estos cambios, Ecatepec siguió siendo el centro de poder de la región durante muchos años. Incluso cuando los españoles se fueron, Ecatepec mantuvo su importancia.

¡No te pierdas la continuación de la emocionante historia de nuestro amado Municipio, ECATEPEC. En la siguiente entrega… Ecatepec en la Época Independiente… ¡NO TE LA PIERDAS…!

Páginas:Página anterior